Te voy a dar una copa
de vino dulce andaluz,
tomala despacio amada
y con pañuelo de seda,
no veas lo poco que queda,
que lo dulce no se lleva
en la boca y la mirada,
son sentimientos que vuelan
con besos de cien aromas,
son como polen de abejas
que polinizan a las rosas.
Yo estaré muy vigilante
y cuando la copa termines
te agarraré por el talle
y con mis brazos abrazandote
tengo fuerte que besarte
para de tu boca quedarme
con esas gotas de mieles
que quedan sobre tu piel
y sentir en esos sentires
que voy a morir de placer
sin dejar de acariciarte...
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