Extraño tanto tu cuerpo
que tu silueta está presente
impresa en mi pensamiento
que besando está tu vientre.
Y besándote me pierdo
mientras la piel se te enciende
cuando tus curvas recorro
desde el sur hasta poniente.
Y allí donde corona tus montes
esas guindas se te endurecen
cuando las aprieto en mis dientes
y el cuerpo se te estremece.
Y yo sigo con mis besos caminando
depositando en tus labios mi pasión
y con mis besos te dejo a ti temblando
hasta que pierdes el sentido y la razón.
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