Un domingo más sin tu mirada...

Un domingo más sin tu mirada
teniendote anclada aquí en mi mente
mirando tu retrato impenitente
para no sentir mi alma desolada.

Y te sales como espectro de la nada
de esa foto ajada por mis besos
llenando por completo mi universo
al sentir como me besas enamorada.

Te aprieto con cariño apasionado
formando una jaula con mis dedos
sintiendo por momento ese consuelo
de sentirme feliz e ilusionado.

Más siento que de mi alzas el vuelo
y comprendo que los besos lo he soñado
y alzo la vista suplicando al cielo
que pronto te vengas a mi lado...

Todo me recuerda a ti...

Estaba escribiendo un poema de amor para ti
las letras se han separado
y al unirse de nuevo dibujaron tu rostro...
¿estaré alucinando?, ¿o solo enamorado?...

Una pareja de guacamayos
toman agua en mi ventana
ella toda de blanco, el bermellón
y yo...escuchaba la marcha nupcial...
¿puede ser cosas del corazón?...

Lo que quería escribirte es un poema de amor
pero aquí estoy desorientado
las letras siguen sola dibujando tu rostro
y tu boca me habla, estas sonriendo
¿o son cosas de mis pensamientos
que yo no entiendo?...

Quizás sea cosa de mi vista
pero he mirado el teclado y de nuevo
las letras se han conjurado...
para decir...te quiero...
y ponía...hola mi amado...
por ti yo muero...

¿Será que sin tener tu amor conmigo
mi mente navega a la deriva?
¿o será que sin tener de tu corazón abrigo
si no te recuerdo, me quedo sin vida...

Ángel Reyes Burgos

Palabras no pronunciadas...

Las miradas que se posan
en mis ojos de mi amada
de su alma a mi me habla
sin que pronuncie palabras.

Me cuenta de su dulzura
de su amor apasionado
de su cariño y ternura
cuando la tengo a mi lado.

Y cuando sus dedos pintan
paisajes sobre mi piel
mi cuerpo tanto se excita
que me llega a enloquecer.

Sus labios producen gritos
cuando en mi boca la tengo
y en silencio yo trasmito
la felicidad que siento.

Palabras no pronunciadas
silencios que hablan de amor
que se quedan atesoradas
muy dentro del corazón.

Ángel Reyes Burgos

Tu exquisita desnudez, poema de amor erótico...

Vamos a mecernos en la cama
cabalgando sobre las olas
que se libere tu alma
cuando yo te tenga a solas.

Liberate de ropajes
y muestra tu cuerpo desnudo
que hagamos por fin este viaje
sin control y sin apuros.

Prendido sobre la puerta
el cartel de no moleste
y con mi hombría dispuesta
tu humedad esté presente.

Deja de mirarme ahora
y retocemos en la cama
hasta que llegue la aurora
con repiques de campana.

Y ya asomándose el alba
y tu cuerpo estremecido
voy a abrazarte hasta el alma
con mi amor y mis sentidos.


Que el agua corra por nuestros cuerpos desnudos...

Hoy hay que sacudirse la suciedad del mundo,
limpiar nuestros cuerpos con agua purificadora
y nuestras mentes reciclarlas juntos con amor,
esos que dejan la mente en blanco cuando amándonos,
depositamos uno en el otro toda nuestra pasión.

Que el agua corra por nuestros cuerpos desnudos,
en cada gota, transmitirá la pasión que nos provocamos,
lameremos cada una de ellas para saciar nuestra sed,
desde mi boca a mi pecho, seguirás el rastro invisible,
ese que dejas electrizando mi piel con tu lengua.

Un escalofrío de placer me recorrerá la columna
cuando tus pechos rocen mi pecho y mi vientre
y los movimientos de tus labios me enloquezcan.
hasta hacerme perder cualquier vestigio de cordura.

De forma lujuriosa danzaran mis manos por tu cuerpo
se moverán como la cola de una serpiente sobre tus muslos
y antes de que nos fundamos juntos en el fondo del abismo
estaremos cayendo los dos en una espiral de placer
del que solo tus gritos de éxtasis podrán liberarnos...

Ángel Reyes Burgos

Bienvenida a casa vida de mi vida.

Has llegado de nuevo corazón
y la casa se llena de alegría
a mi vida retorna la ilusión
de besarte y abrazarte, vida mía.

Bailaran sobre mi pecho tus suspiros
y los míos se hacen eco en tus ojos
reflejándose mi amor cuando te miro
y se iluminan tan radiante y tan hermosos.

Mis manos esculpiendo tu silueta
las tuyas navegando en mis caderas
nuestras lenguas danzando fascinadas
como danzan las llamas de la hoguera.

Te extrañaba, susurro en tu oído
y un escalofrío recorre tu cuerpo
no sabes amor mío lo que he sentido
al tenerte de mi tan dentro y tan lejos.

Tus ojos se empañan, los míos te siguen
solo es un llanto de amor y paz
que se instala en el alma y solo persigue
llenarla de dicha y felicidad.

Bienvenida a casa vida de mi vida
con este poema a ti te recibo
y un abrazo en el lecho que te deje rendida
cuando tu pecho y mi pecho, queden fundido.

Ángel Reyes Burgos

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