A esta es costalero...
que suba esa virgen al cielo
sobre los pies en paso corto
ponte el paso por sombrero.
Un capataz de seis años
de cinco el costalero
con un paso de cartón
y una cruz de caramelo.
Desfilando en los pasillos
de la casa en que nacieron
el padre jalea en corrillo
cuando al paso lo mecieron.
Vamos a esta chicotá
escucho a David gritando
y Sergio con su hermandad
hasta el cielo va volando.
Con la trompeta en la boca
aunque trompeta no tengo
la música toca que toca
mientras yo me estoy riendo.
Es seguro que todos tenemos
un recuerdo muy especial
muy dentro del corazón
y este poema es mi mas hermoso
recuerdo, ese que nunca olvidas
por su ternura, que hace
que cada vez que viajo a esos años
me quede extasiado con la vivencia.
El poema lo acabo de escribir
precisamente al recordar a mis hijos
emulando la semana santa dentro
de casa, David que era ya un hombre de
seis años y quería ser el capataz
y Sergio a sus cinco años y largo
como un día sin pan, con una caja
de cartón encima adornada con una cruz
y cuatro flores de papel,
Emulando a los costaleros y capataces
de la semana santa Sevillana
recorrían el pasillo arriba y abajo
en horas tan interminables como hermosas.
Os quiero hijos...
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